
Amir Ghanem y Valentina García, médicos residentes de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), ofrecieron recomendaciones con el propósito de que las personas diagnosticadas con enfermedades cardiovasculares, ya sean avanzadas o que apenas están iniciando, tengan la posibilidad de implementar cuidados cotidianos más allá del uso del tratamiento médico.
La hipertensión arterial puede dar lugar a complicaciones graves y a otras condiciones de salud como las enfermedades cardiovasculares. ¿Qué consejos debe dar un médico cuando un paciente le pregunta: «¿Qué puedo hacer para mejorar mi presión arterial alta?» Para ayudar a los pacientes a entender mejor cómo controlar la presión arterial alta, los médicos deben proporcionarles cinco modificaciones del estilo de vida que pueden hacer.
Reducir el peso
Los médicos deben aconsejar a los pacientes con sobrepeso u obesidad que pierdan peso. Los pacientes deben esforzarse para mantener un peso corporal saludable que sería un índice de masa corporal de aproximadamente 18,5 a 24,9 kg/m². Una vez conseguido, también es importante que los pacientes mantengan un peso corporal saludable mediante una dieta sana y actividad física. La reducción de peso puede ayudar a los pacientes a reducir su presión arterial por 5 mm Hg. Los médicos pueden considerar la posibilidad de recomendar a los pacientes un cambio de estilo de vida, especialmente si tienen prediabetes.
Seguir un plan de alimentación saludable para el corazón
Una alimentación sana comienza con la elección de los alimentos adecuados. Los pacientes con hipertensión deben seguir la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), baja en sodio y rica en verduras, frutas, legumbres, proteínas magras, algunos frutos secos y cereales integrales. La dieta DASH es una vía clave para controlar la presión arterial y ayudar a los pacientes a perder peso. Cuando los pacientes deciden seguir el plan de alimentación DASH, pueden reducir su presión arterial por 11 mm Hg.
Restringir el consumo de sodio
La mayor parte del sodio de la dieta de una persona procede de los alimentos envasados y procesados. Al minimizar el consumo de estos alimentos, los pacientes pueden reducir su ingesta de sodio, a la vez que disminuyen su PA si son hipertensos y ayudan a prevenir el desarrollo de la hipertensión en los que no lo son. Se recomienda que las personas con hipertensión no consuman más de 1.500 mg de sodio al día. La reducción de la ingesta de sodio puede reducir la presión arterial de un paciente unos 5 a 6 mm Hg.
Aumentar la actividad física
Un buen objetivo inicial para los pacientes es aspirar a realizar al menos 90 minutos de actividad de intensidad moderada a la semana. Sin embargo, si es posible, los pacientes deben intentar realizar 150 minutos de actividad física a la semana. Esto puede ayudar a reducir la presión arterial entre 5 y 8 mm Hg. Los pacientes deben encontrar formas de ejercicio y otras actividades físicas que les gusten. Esto les ayudará a seguir con ello, a la vez que incorporan más oportunidades de ser activos en sus rutinas. Por ejemplo dar un paseo por el barrio, ir en bicicleta o participar en una sesión de entrenamiento en grupo.
Moderar el consumo de alcohol
Beber demasiado alcohol puede elevar la presión arterial de una persona. Para los pacientes a los que se les ha diagnosticado hipertensión arterial, es importante que reduzcan la cantidad de alcohol que beben. Sin embargo, aunque el paciente no tenga la tensión alta, limitar el consumo de alcohol también puede ayudar a prevenir el desarrollo de esta enfermedad. Se recomienda que los hombres no consuman más de dos bebidas al día, mientras que las mujeres no deben tomar más de una bebida diaria. Limitando el consumo de alcohol, los pacientes pueden reducir su presión arterial en unos 4 mm Hg.