
Santo Domingo. – Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en mujeres a nivel mundial. Sin embargo, la doctora Claudia Almonte, jefa médica de la Unidad de Cardiología de CEMDOE, advierte que estas siguen siendo diagnosticadas de manera inadecuada y tratadas de forma insuficiente.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), múltiples factores contribuyen a la alta mortalidad de las ECV en mujeres, incluyendo la falta de concienciación, diagnósticos tardíos y la percepción errónea de que estas afecciones son exclusivas de los hombres.
“La menopausia marca el fin de la producción de estrógenos, hormonas que tienen un efecto protector sobre el sistema cardiovascular. Esta disminución hormonal puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, ya que se asocia con cambios en la distribución de la grasa corporal, aumento de la presión arterial y alteraciones en los niveles de lípidos en sangre”, señala la doctora Almonte.
Síntomas y señales de alerta
La Federación Mundial del Corazón destaca que, aunque el dolor o la molestia en el pecho es el síntoma más común de un ataque al corazón en mujeres, estas son más propensas a experimentar otros signos como dificultad para respirar, náuseas, vómitos y dolor en la espalda o la mandíbula.
“Debido a que los síntomas de ataque cardíaco en mujeres pueden ser diferentes a los de los hombres, a las mujeres se les puede diagnosticar enfermedades cardíacas con menos frecuencia, así que conocer sus síntomas es el primer paso para vencer las enfermedades cardiovasculares”, enfatiza la especialista.
Entre los principales factores de riesgo de las ECV en mujeres se encuentran la hipertensión arterial, colesterol elevado, diabetes, tabaquismo, obesidad, inactividad física y antecedentes familiares.
Un corazón sano en la mujer: claves para su cuidado
Mantener una presión arterial saludable es esencial para la salud cardiovascular. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que esta no supere los 140/90 mmHg para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Asimismo, la frecuencia cardíaca en reposo debe mantenerse entre 60 y 100 latidos por minuto, según la Asociación Americana del Corazón (AHA).
“Una presión arterial saludable es fundamental para la salud del corazón”, destaca la doctora Almonte.
Otras señales de un corazón en buen estado incluyen la capacidad de realizar actividades físicas cotidianas sin fatiga excesiva, la ausencia de síntomas como dolor en el pecho o palpitaciones, y niveles adecuados de colesterol y glucosa.
La doctora Almonte enfatiza la importancia de la detección temprana y la prevención en la reducción del impacto de las enfermedades cardiovasculares en mujeres, instando a mayor concienciación y a la adopción de hábitos saludables.