Santo Domingo.- Usar los antibióticos que le sobran a otras personas es perjudicial para la salud, ya que puede provocar que microorganismos como las bacterias, se vuelvan resistentes a esos medicamentos. Cuando esto ocurre, tratar las infecciones se vuelve más difícil debido a la perdida de eficacia de los antibióticos.
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una de las mayores amenazas para la salud mundial, se produce cuando los microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) sufren cambios al verse expuestos a los antimicrobianos (antibióticos, antifúngicos, antivíricos, antipalúdicos o antihelmínticos).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado, comprarlos en la farmacia con su debida prescripción y seguir siempre las instrucciones con respecto a su uso (cantidad de días y horarios).
Los antibióticos se indican a los pacientes dependiendo de la enfermedad que padecen en un momento específico. Por esa razón, las personas tampoco deben consumir los antibióticos que les sobran luego de un proceso infeccioso.
En ese sentido, la OMS exhorta, además, prevenir las infecciones lavándose frecuentemente las manos, evitar el contacto cercano con enfermos, adoptar medidas de protección en las relaciones sexuales y mantener las vacunas al día.
Asimismo, preparar los alimentos en condiciones higiénicas tomando como modelo las cinco claves para la inocuidad: mantener la limpieza, separar alimentos crudos y cocinados, cocinar completamente, mantener los alimentos a temperaturas seguras y usar agua y materias primas inocuas.
Igualmente, se deben elegir alimentos para cuya producción no se hayan utilizado antibióticos con el fin de estimular el crecimiento o prevenir enfermedades en animales sanos.
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