
Santo Domingo. – El Ministerio de Salud Pública hizo un llamado urgente a la población para adoptar medidas preventivas que permitan disfrutar de las festividades de Navidad y Año Nuevo sin comprometer el bienestar. El enfoque está puesto en evitar el consumo de bebidas alcohólicas en grupos vulnerables y en mantener una alimentación segura y equilibrada para prevenir intoxicaciones y otras complicaciones.
La exhortación fue realizada por la doctora Patricia Grullón, encargada de la División de Nutrición, y la nutrióloga infantil Massiel Álvarez. La doctora Grullón explicó que, ante el aumento habitual en el consumo de alimentos y bebidas, la clave no está en la restricción absoluta, sino en la gestión inteligente. “Durante las festividades navideñas no se trata de prohibir alimentos, sino de planificar, moderar las porciones y mantener una buena hidratación, de manera que las familias puedan disfrutar sin comprometer su salud”, indicó. Recomendó priorizar el agua como bebida principal y mantenerse activo con caminatas, paseos o baile para contrarrestar el exceso calórico.
Un punto de especial alerta es el consumo de alcohol. Las especialistas advirtieron sobre los riesgos graves que este representa para menores de edad y mujeres embarazadas, pudiendo causar intoxicaciones, afectar el desarrollo fetal y generar daños irreversibles. La nutrióloga Massiel Álvarez fue enfática: “Las bebidas alcohólicas no son aptas para niños ni para mujeres embarazadas; su consumo representa un riesgo para la salud y puede generar consecuencias graves, por lo que es fundamental que los adultos prevengan y supervisen de forma responsable durante estas celebraciones”.
Respecto a la alimentación infantil, recomendaron estructurar los tiempos de comida con un desayuno completo, una merienda ligera y un almuerzo balanceado, evitando el picoteo constante por la tarde. Asimismo, destacaron la necesidad de proteger a los adultos mayores, ofreciéndoles alimentos de fácil masticación y digestión, y controlando su ingesta de sal, azúcares y grasas.
La inocuidad de los alimentos fue otro pilar destacado. La doctora Grullón llamó a garantizar una higiene rigurosa en la preparación, conservación y manipulación de las comidas para prevenir enfermedades, especialmente en grupos de mayor riesgo como niños, embarazadas, adultos mayores y personas con condiciones crónicas.
Finalmente, ambas profesionales coincidieron en que las cenas de Nochebuena y Año Nuevo deben valorarse como un espacio de conexión familiar, libres de distracciones tecnológicas, que fortalezca los vínculos afectivos. Hicieron un llamado a disfrutar las fiestas de manera responsable, promoviendo hábitos saludables que contribuyan al bienestar colectivo.







