
El Dr. Elvin Castillo Romero, cirujano general y oncólogo. Mastología y laparoscopía, explica las características del cáncer de páncreas, glándula localizada en la cavidad abdominal encargada de producir enzimas digestivas y hormonas entre las cuales se encuentra la insulina.
Hoy es la conmemoración del Día Mundial del Cáncer de Páncreas que se celebra anualmente el tercer jueves de cada noviembre. Es un cáncer sumamente agresivo y que año por año continúa cobrando más vidas a pesar de los avances en la oncología.
A pesar de no ser tan frecuente como otros tipos de cáncer, es responsable de una cuota importante de las muertes por cáncer en el mundo. Según los registros de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer en su publicación GLOBOCAN, para el 2020 se reportaron aproximadamente 500 mil nuevos casos de este tipo de cáncer y ocasionó la muerte de un número similar de personas, aproximadamente 460 mil casos en todo el mundo, ocupando el séptimo lugar entre los cánceres con más números de muertes registradas.
La tasa de supervivencia relativa a los 5 años es de apenas 10%, en lenguaje llano apenas 1 de cada 10 con la enfermedad puede alcanzar los 5 años de vida luego del diagnóstico, esto lo coloca también entre los cánceres con peor pronóstico.
El páncreas es una glándula localizada en la cavidad abdominal. Esta glándula posee doble función: produce enzimas digestivas que son secretadas al intestino para la degradación de los alimentos y también posee función endocrina, es decir que produce hormonas que son liberadas al torrente sanguíneo, ejemplo de una de estas hormonas es la insulina que participa en la regulación de la glucosa.
Se han identificado muchos factores de riesgo entre los cuales podemos destacar: el consumo de tabaco, alcoholismo, obesidad, procesos inflamatorios del páncreas y en menor porcentaje el factor hereditario; también hay datos que sugieren una implicación de la diabetes mellitus en la aparición de esta enfermedad.
Dentro de los signos y síntomas más comunes se encuentran el dolor en la parte media del abdomen que en muchos casos se extiende a manera de cinturón hasta la espalda; pérdida de peso, pérdida de apetito, náuseas y vómitos.
También puede provocar aumento de la bilirrubina en sangre, cuando el crecimiento del tumor causa obstrucción de las vías biliares, manifestándose con coloración amarillenta de la piel, orina de color oscura y heces de coloración pálida. Desafortunadamente en la mayoría de los casos cuando se manifiestan estos síntomas la enfermedad puede estar muy avanzada.
El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica, analíticas, estudios de imágenes como tomografía, resonancia magnética y la biopsia. Con todo esto podemos identificar el tipo de tumor, infiltración de órganos cercanos y las metástasis.
Dentro de los tratamientos tenemos la cirugía como tratamiento primario, con la cual se puede lograr la cura o aumentar la supervivencia de la enfermedad. Generalmente se combina con otros tipos de tratamientos como quimioterapia y radioterapia. Lamentablemente la mayoría de los casos se diagnostican en etapas avanzadas cuando no es posible realizar una extirpación quirúrgica del tumor, por lo que los tratamientos en estos casos son con fines paliativos.
Al igual que en todos los tipos de cáncer el diagnóstico temprano juega un papel primordial en la posibilidad de curar o de aumentar la supervivencia, por lo que ante cualquiera de los signos y síntomas mencionados debemos acudir a un especialista.