Más de 130 parturientas haitianas y recién nacidos fueron deportados bajo nuevo protocolo hospitalario en RD

Santo Domingo.- Un total de 135 personas, entre ellas 48 mujeres embarazadas, 39 recién paridas y 48 menores de edad, fueron deportadas el pasado lunes desde República Dominicana hacia Haití, durante la primera jornada de aplicación del nuevo protocolo de atención a pacientes extranjeros en hospitales públicos. La información fue ofrecida por la Dirección General de Migración (DGM), que detalló que el grupo fue trasladado desde el centro de retención de Haina hasta la frontera en Elías Piña.
Estas acciones responden a las medidas anunciadas por el presidente Luis Abinader el pasado 6 de abril, en las que se establece un protocolo para garantizar el respeto a las leyes migratorias dominicanas. Entre los requerimientos se incluyen la presentación de documentos de identificación, constancia de empleo y prueba de residencia en el país. “En caso de que no se cumpla con ninguno de estos requisitos, el paciente será atendido y, una vez recuperado, repatriado de inmediato”, declaró el mandatario.
Durante el segundo día de implementación, decenas de familiares se acercaron al Vacacional de Haina con la esperanza de obtener información sobre sus parientes detenidos. En medio de un ambiente de tensión, los allegados expresaron preocupación por la falta de información y las condiciones en las que, alegan, se encuentran los detenidos.
Uno de los casos que generó mayor indignación fue el de Clarissa de Jesús de los Santos, una adolescente dominicana de 16 años detenida en la Maternidad San Lorenzo de Los Mina tras dar a luz. “Mi hermana es dominicana, está recién parida y la tienen aquí con su niña. Hago un llamado; no todo el que tiene piel oscura es haitiano”, expresó su hermano Placino de Jesús.
Otra pariente, Celeste Noel, criticó el procedimiento: “No somos perros. Estamos aquí porque (los haitianos) no tenemos un presidente. El dominicano tiene que tener un poco de amor, somos hermanos”.
Según Migración, a los deportados se les tomaron los datos biométricos, huellas dactilares y se les ofreció trato digno, incluyendo comestibles durante el proceso. Asimismo, aseguraron que el protocolo se aplica en coordinación con el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa), una vez que el paciente es dado de alta y no corre riesgos de salud.
Este procedimiento ha generado reacciones encontradas en sectores sociales y defensores de los derechos humanos, quienes llaman a una revisión del protocolo para garantizar un trato justo y humanitario, en especial a mujeres en condición de vulnerabilidad y menores de edad.