Santo Domingo.- En el Día Internacional de la Mujer y en un año electoral, el Sistema de las Naciones Unidas en la República Dominicana urge a renovar el compromiso con las mujeres mediante acciones concretas para promover su participación en espacios de poder y toma de decisiones y para la prevención, protección y defensa de sus derechos.
Según los resultados de las elecciones municipales de febrero de 2024, aunque hubo un aumento de un 11 % en cargos de regidurías y vocales ocupados por mujeres (41 %), se registró una disminución del 2 % en el número de mujeres alcaldesas, siendo ahora sólo un 10 % del total.
Además, según una investigación realizada en 2020 por el PNUD, el 93 % de las 103 candidatas encuestadas reportaron haber sufrido algún tipo de violencia política durante el proceso, incluyendo insultos, intimidación, difamación, presión para renunciar o acoso a través de las redes sociales.
De acuerdo con el Índice de Paridad Política (IPP), que evalúa de manera integral el progreso de los derechos políticos de las mujeres, el país se sitúa en 49.4 puntos sobre 100, lo cual evidencia que todavía queda un largo camino por recorrer para que las mujeres alcancen la paridad política.
Al respecto, el coordinador residente de las Naciones Unidas, Mauricio Ramírez Villegas, expresó que “para avanzar es necesario impulsar transformaciones culturales y socioeconómicas que reconozcan y valoren la influencia de la mujer en la sociedad, reduciendo así el impacto negativo de la desigualdad de género”.
Contar con más participación de las mujeres en puestos de toma de decisión tendría un impacto muy importante en la capacidad de la sociedad dominicana de acelerar las transformaciones necesarias para alcanzar la igualdad de género y reducir las brechas existentes:
-La violencia de género sigue siendo un problema estructural, registrando la República Dominicana una de las tasas más altas de feminicidios en la región (2.4 por cada cien mil mujeres).
-La situación de las niñas y adolescentes embarazadas o en maternidad temprana está estrechamente asociada a la pobreza económica y educativa.
-Persisten importantes restricciones al ejercicio del derecho a la salud de las mujeres, y concretamente sus derechos sexuales y reproductivos. República Dominicana es uno de los pocos países del mundo que no ha despenalizado las tres causales de la interrupción del embarazo en su Código Penal, lo que representa un enorme riesgo para la vida y la salud de miles de mujeres y niñas.
-La pobreza y la inseguridad alimentaria afectan en mayor proporción a las mujeres, y las tasas de incidencia son significativamente más altas en las zonas rurales: la inseguridad alimentaria moderada es de 54% en zona rural vs 46% en zona urbana.
-Existen importantes disparidades de género en el mercado laboral. Las mujeres enfrentan una tasa de ocupación significativamente más baja (48%) que la tasa de ocupación nacional (60.4%). Esta desigualdad se extiende también a la remuneración en el trabajo.
-La carga doméstica y de cuidados recae mayoritariamente sobre las mujeres, lo que dificulta su incorporación en el mercado del trabajo y limitando su independencia económica, su autonomía y su desarrollo pleno.
La República Dominicana debe acelerar el paso para asegurar más participación de las mujeres en puestos de poder y de toma de decisión, poniendo énfasis en promover medidas y políticas públicas que reduzcan las barreras existentes.
El Sistema de Naciones Unidas recomienda al Estado y a los partidos políticos que impulsen medidas tales como modificaciones a la normativa electoral y a la Ley de Partidos Políticos para promover la paridad y el equilibrio de género en los procesos políticos a todos los niveles, contribuyendo así a promover los derechos de las mujeres y la igualdad de género.