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Vasectomía

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El Dr. Wellington Ledesma, urólogo y especialista en fertilidad masculina, explica las ventajas de la vasectomía, técnica quirúrgica de esterilización masculina que consiste en la disección y sección de los conductos deferentes a través de pequeñas incisiones escrotales bajo anestesia, interrumpiendo así la salida de los espermatozoides hacia el exterior y, con ello, imposibilitando la fecundación.

El ser humano, al igual que varios mamíferos, utilizan las relaciones sexuales con fines reproductivos y placenteros. Y la tendencia de las ultimas décadas es tener menos hijos a pesar de que se podría percibir que las personas han aumentado las relaciones sexuales.

Con el advenimiento de la píldora anticonceptiva en el año 1960, ya los embarazos no eran un impedimento para disfrutar de los placeres de la carne. Este método anticonceptivo, usado por la mujer, le daba el poder de control a la generación posguerra para dar riendas sueltas al placer, sin tener que preocuparse de arruinar su futuro por un embarazo no deseado. Sin embargo, hay que destacar que este método no infalible podría provocar varios efectos secundarios, alterando aleatoriamente el ciclo menstrual sin mencionar los probables efectos indeseados sobre el sistema circulatorio femenino, pudiendo incluso quebrantar su salud.

En esta época contemporánea la mujer y su empoderamiento ha provocado que el hombre asuma un papel protagónico en la planificación familiar. Dentro de los métodos anticonceptivos masculinos tenemos el método de barrera comúnmente llamado preservativo o condón. La realidad es que no es el método favorito de la mayoría de los hombres.

Además de una tendencia que yo, de manera particular, he percibido en los millennials: no tener hijos. Es algo que no he identificado en otras generaciones.

¿Y cuál sería entonces la otra opción? ¿Podría tener el hombre la decisión anticonceptiva en sus manos? ¿Podría ser esta reversible? ¿Afectaría esto la función eréctil o eyaculatoria?

La respuesta está en un procedimiento quirúrgico que denominaremos la vasectomía.

¿A qué nos referimos con el término vasectomía?

Es una técnica quirúrgica de esterilización masculina que consiste en la disección y sección de los conductos deferentes a través de pequeñas incisiones escrotales bajo anestesia, interrumpiendo así la salida de los espermatozoides hacia el exterior y con ello, imposibilitando la fecundación. Consiste en cortar, ligar y fulgurar el conducto deferente de las vías espermáticas. Este es el conducto que trae el 10 % del líquido seminal que trae los espermatozoides desde los testículos.

Es un procedimiento ambulatorio que se realiza en el consultorio o en quirófano. Con anestesia local y una incisión menor de un centímetro en el escroto a unos 2 cm de la base del pene.

Se considera un método sencillo costo-efectivo y práctico en comparación con la esterilización quirúrgica femenina. El tiempo de recuperación es corto, el paciente debe reposar unos 5 días para evitar sangrado. A la semana podría retomar la actividad sexual con el uso de preservativos y luego de 15 eyaculaciones debe realizarse un conteo de espermas para confirmar que no quedan espermatozoides, de quedar alguno serian 10 eyaculaciones más y repetir el proceso de recolección esperma.

En algunos casos se ha requerido hasta 40 eyaculaciones. Sin embargo, luego de los 4 meses es muy probable lograr la ausencia de espermatozoides en una muestra de espermatograma. Este procedimiento podría ser revertido con microcirugía, pero solo tendría una taza de éxito de un 50%.

La función eréctil no se vería afectada pues no se alteraría ni la irrigación (vasos sanguíneos) ni la inervación (los nervios) que tienen que ver con la erección.

Este procedimiento ostenta una tasa de éxito del 99% en cuanto a esterilidad. La distribución respecto a la prevalencia de la vasectomía varía según los países industrializados y los que no. En países como Canadá, China, Estados Unidos y Reino Unido este procedimiento se realiza entre el 12 % y 22 % de la población masculina, sin embargo, en países latinos y del Caribe la prevalencia de esta técnica solo se contempla en 0,1 % al 3,6% de los hombres.

Hoy por hoy vemos como las nuevas generaciones llegan con un nivel educativo mayor a la consulta buscando este tipo de servicio. Sin embargo, creo que aun debemos seguir implementando políticas educativas desde la educación básica para que los niveles de conciencia sexual sigan aumentando, y que así la población general pueda tomar mejores decisiones favorables a la sociedad desde el núcleo familiar.

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Andrés Quiroz
Comunicador social.
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